Un nuevo local con aire retro ha abierto sus puertas en el castizo barrio de Chamberí de la capital, del que seguro ya habéis oido hablar...adivináis de cual hablamos?
Se trata de Pasqua. Por qué nos ha gustado? Por su decoración, que combina maderas, paredes vestidas con intensos estampados florales, cálidas alfombras y cómodos sofás y sillas retro, como si de un club inglés se tratara, junto con una cuidada iluminación a base de modernas lámparas y grandes ramos florales, que convierten este espacio en un lugar muy acogedor. Por el concepto de lounge bar; en la entrada se encuentra una zona de amplia barra, más adelante se disponen unas cuantas mesas para picar algo y al fondo la salita de estar, donde poder disfrutar de largos ratos de tertulia.
Se trata de Pasqua. Por qué nos ha gustado? Por su decoración, que combina maderas, paredes vestidas con intensos estampados florales, cálidas alfombras y cómodos sofás y sillas retro, como si de un club inglés se tratara, junto con una cuidada iluminación a base de modernas lámparas y grandes ramos florales, que convierten este espacio en un lugar muy acogedor. Por el concepto de lounge bar; en la entrada se encuentra una zona de amplia barra, más adelante se disponen unas cuantas mesas para picar algo y al fondo la salita de estar, donde poder disfrutar de largos ratos de tertulia. 
En Pasqua podréis tomar desde un aperitivo, un café con tarta a media tarde, un cocktail y algo de picar antes o después de una función en los teatros de la zona, o bien probar su carta o unas copas después de cenar. 
Los platos son de precios asequibles y, además del lomo de buey, la estrella de la casa, podemos tomar saquitos de Pasqua, mini hamburguesas, medallones de foie, jamón ibérico y postres como el coulant de chocolate y la piña cubierta de crème brulée. En las copas no olvideis sus cocktails y el rey del lugar, el gin tonic, con multitud de variedades. En definitiva, Pasqua es de esos lugares con encanto vintage que os trasladará a otras épocas y no os defraudará.
Los platos son de precios asequibles y, además del lomo de buey, la estrella de la casa, podemos tomar saquitos de Pasqua, mini hamburguesas, medallones de foie, jamón ibérico y postres como el coulant de chocolate y la piña cubierta de crème brulée. En las copas no olvideis sus cocktails y el rey del lugar, el gin tonic, con multitud de variedades. En definitiva, Pasqua es de esos lugares con encanto vintage que os trasladará a otras épocas y no os defraudará. 
Sólo una pega, dispone de muy pocas mesas para sentarse, pero la barra es amplia; lo mejor de todo es su lounge bar y amplia selección de gin tonics.
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